Pregón de la Semana Santa de Avilés

Avilés › Asturias

[EuroWeb Media]

Ruta GPS

Teléfonos: Oficina de turismo

985 544 325

 

Datos básicos

Clasificación: Etnografía

Clase: El concejo

Tipo: Varios

Comunidad autónoma: Principado de Asturias

Provincia: Asturias

Municipio: Avilés

Parroquia: Avilés

Entidad: Avilés

Comarca: Comarca de Avilés

Zona: Centro de Asturias

Situación: Costa de Asturias

Dirección: Aviles

Código postal: 33402

Cómo llegar: Pregón de la Semana Santa de Avilés

Dirección digital: 8CMPH35G+82

E-mail: Oficina de turismo

E-mail: Ayuntamiento de Avilés

Sobre Avilés: Cosmopolita, marinera, medieval, dinámica y metropolitana, así es la ciudad de Avilés y su entorno.

Tipo de turismo: accesible, arquitectónico, carreras de montaña, cementerios, cicloturismo, compras, costero, cultural, espacios protegidos, eventos, gastronómico, industrial, lgtb, marítimo o de cruceros, monumental, negocios, ornitológico, religioso, reuniones y congresos, rural, seminarios y convenciones, sol y playa, urbano o de ciudad y viajes de incentivo.

 

Pregón de la Semana Santa de Avilés

Nota: No disponemos de foto de Pregón de la Semana Santa de Avilés, mostramos un detalle del mapa de la zona. Si observa algún error en el contenido, agradecemos use el formulario que hay a pie de página.

Descripción:

Pregonero: Alberto Rendueles, abogado y escritor

Fecha: 27 de marzo de 2007

Lugar: Iglesia de San Nicolás de Bari (Avilés)

Cofrades y hermanos:

Me honra compartir con vosotros estos momentos como pregonero de la Semana Santa Avilesina y no sólo por la condición que me han otorgado la Hermandad del Santo Entierro y Nuestra Señora del Gran Dolor y su hermano mayor José Villoldo, sino por el hecho de poder aportar mi granito de arena a una fiesta tan tradicional en mi ciudad natural como es Avilés. Y no se trata sólo de una fiesta más sino una muy especial, la que recuerda anualmente la Muerte y Resurrección de Jesucristo, que con tanta pasión y buen gusto se celebra en esta villa desde hace siglos.

Todos los avilesinos y avilesinas debemos sentirnos orgullosos del trabajo que durante todo el año desarrollan las siete cofradías y hermandades de Semana Santa y cuantas personas de forma desinteresada colaboran con ellas, ya que gracias a ellos podemos presumir de contar con la mejor Semana Santa de Asturias.

No obstante, os pediría una cosa. El espíritu de la Semana Santa no se debe de quedar en estos días, sino que debe reinar durante todo el año, tal como nos enseñó nuestro Señor. Bajo los mantos, túnicas y capuchones de los cofrades no se distingue ninguna diferencia de sexo, raza o condición social. Los ojos de los fieles que se agolpan a ambos lados de las calles para seguir las procesiones se concentran en las imágenes que portan los participantes en cada procesión, simbolizando así el triunfo de la Fe sobre lo puramente material. Bajo las túnicas no hay ricos ni pobres, empresarios u obreros, sólo personas que colaboran en la transmisión del mensaje de Cristo muerto y resucitado, que nos enseñó a amarnos los unos a los otros, a ser humildes y a aspirar a un mundo mejor para quien crea en Él.

Todos vosotros debéis ser tan pregoneros como yo de la Semana Santa, divulgando el mensaje cristiano de estas fechas y recordando a cuantos conozcáis lo mucho y bien que se trabaja en esta ciudad a favor de una fiesta que incluso ha sido declarada de Interés Turístico Regional.

Mantengamos esa ilusión y ese privilegio, algo de lo que estoy plenamente convencido.

Para ello contamos con la inestimable colaboración de nuestros mayores, algunos con más de medio siglo de procesiones a sus espaldas, que nos han transmitido el significado de la Semana Santa. A ellos les siguen una pujante juventud que no cesa en su empeño de mejorar la fiesta año tras año, y en esta ocasión se ha querido simbolizar este parecer con mi humilde nombramiento.

Con sus diferencias y singularidades, las siete cofradías y hermandades de Avilés introducen novedades todos los años, que no hacen más que revitalizar aún más la Semana Santa. Particularmente, no dejo de sorprenderme de su forma de trabajar en beneficio de esta villa, hasta el punto de haber identificado a esta fiesta como un Patrimonio cultural y religioso de nuestro Avilés. Y se lo dice alguien que viaja con bastante frecuencia y conoce las muestras de admiración que despertáis en otros puntos de la región.

Cofradía de San Juan Evangelista, Cofradía de Nuestro Padre Jesús de Galiana, Hermandad del Santo Entierro y Nuestra Señora del Gran Dolor, Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Santa Veracruz, Cofradía del Santísimo Cristo de Rivero y San Pedro Apóstol y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza, a todos vosotros os hago un llamamiento para que sigáis trabajando juntos en favor del sentimiento cristiano. No cejéis en vuestro empeño, que no es otro que una parte de la herencia que os ha dejado Jesucristo.

Incluso el propio obispo, don Carlos Osoro, se ha quedado prendado con vuestro trabajo y esfuerzo desde que tuvimos la buena fortuna de su designación al frente de la diócesis asturiana. Doy fe de ser testigo directo de la primera invitación que se le hizo a don Carlos para asistir a las procesiones de la Semana Santa Avilesina. Cubriendo una información de la tradicional travesía marítima de la Fiesta del Carmen, en pleno verano avilesino, José Villoldo y un servidor nos acercamos al obispo en medio de la embarcación por la que viajábamos por la ría, quizá con un cierto temor a una negativa o evasiva a la invitación que se le iba a formular. Mi compañero rogó su presencia en las procesiones de Semana Santa. Sin dudar y sin previa consulta a su apretada agenda dio su palabra de asistir a la misma y desde entonces se ha convertido, año tras año, en un fiel avilesino más, no sin antes darnos una lección de su gran humanidad y humildad con una frase que no se me olvidará: «Yo, en realidad, soy un cura más».

Tampoco puedo olvidarme del trabajo desinteresado de párrocos de la talla de don Ángel Garralda, un hombre que cumple sus Bodas de Oro en este pueblo que ya es su pueblo y por el que tanto ha hecho con la mejora y ampliación de este templo y colegio de San Nicolás de Bari, así como sus obras literarias y enseñanzas cristianas que tan hondo han calado en nuestras gentes.

Y qué menos se puede decir de don Ángel Fernández Llano, párroco de nuestra casi catedral de Santo Tomás de Cantorbery y del resto de sacerdotes de la comarca que se vuelcan todos los años a favor de las celebraciones de la Semana Santa. Al respecto, me gustaría tener tener un especial recuerdo para don Herminio González Llaca, antiguo arcipreste de Avilés y hoy párroco de San Lorenzo de Gijón, que tanto tuvo que ver en mi profundización sobre esta celebración y, en general, sobre los conocimientos internos de la Iglesia durante mi etapa periodística y quizás ello me haya servido para estar hoy leyendo este pregón.

Os invito a todos a participar en esta fiesta y cuantas actividades y procesiones se han programado. Quienes la conocen saben bien las muchas razones y sentimientos que se desprenden en todas ellas y quienes lo hagan por vez primera comprenderán lo que les digo cuando contemplen procesiones como las de la Borriquilla, Jesús Cautivo, San Pedro, Santo Encuentro, El Silencio, Cristo de la Verdad y de la Vida, Santo Entierro, la Soledad, y la Resurrección, y cuantas actividades culturales y religiosas se organizan a su alrededor.

Aprended a valorar lo que tenéis en casa, en Avilés, y pensad que pocos lugares pueden compararse al sentimiento religioso que desde aquí se desprende todas las Semanas Santas. Porque todo pueblo que pretenda tener mirar con optimismo al futuro debe velar por sus tradiciones y valorar en su justa medida a sus gentes y sus potencialidades, lejos de sentimientos pesimistas de quien cree que lo de fuera siempre es mejor.

Agradezco a todos vuestra atención, vuestra acogida y os invito, una vez más, a participar con profundidad en la Semana Santa Avilesina. Muchas gracias.

Historia de Avilés

Las primeras noticias de la presencia humana en el concejo datan de la Prehistoria. Por los pocos restos que nos han llegado —un hacha del Paleolítico Inferior y tres del Neolítico, estas últimas encontradas en La Rocica—, esta presencia fue más bien escasa. Se desconoce, igualmente, si en el concejo existieron castros. Hay mucha vaguedad también sobre el origen de Avilés. Se supone que proviene de un asentamiento romano cuyo poseedor se llamaba Abilius. Se han encontrado escasos y dispersos materiales de ese período: un capitel de mármol, de orden corintio, reutilizado como pila bautismal en la iglesia de San Nicolás de Bari, y monedas romanas en la ría, Sabugo, Llaranes y La Carriona.

Colabora con nosotros

Notificar error | Sube tu información | Ayúdanos a mejorar

Medio ambiente

Contribuimos a reducir la huella de carbono | Ayúdanos a cuidar de Asturias

Referencia

1M96WDK UW320SH PJYLK41 790OW00

Derechos de Propiedad Intelectual e Industrial

© 2021 EuroWeb Media, SL

 



Dónde comer Dónde dormir Etnografía Eventos Patrimonio cultural Patrimonio natural Info práctica Turismo activo Reseñas Favoritos Buscar Altas